miércoles, 29 de julio de 2009

Jorge Bucay - El verdadero valor del anillo

Un joven concurrió a un sabio en busca de ayuda.
- Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar maestro?. ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?
El maestro, sin mirarlo, le dijo:
- ¡Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mis propios problemas. Quizás después... Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.
- E... encantado, maestro -titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas-.
- Bien -asintió el maestro-. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho agregó: Toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo para pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas.
El joven tomó el anillo y partió. Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo miraban con algún interés hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo.
En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, así que rechazó la oferta.
Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado -más de cien personas- y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.
¡Cuánto hubiese deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y su ayuda.
- Maestro -dijo- lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.
- ¡Qué importante lo que dijiste, joven amigo! -contestó sonriente el maestro-. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él para saberlo?. Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.
El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:
- Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.
- ¿¿¿¿58 monedas???? -exclamó el joven-.
- Sí, -replicó el joyero-. Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente...
El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.
- Siéntate -dijo el maestro después de escucharlo-. Tú eres como este anillo: una joya única y valiosa. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor?
Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda.

viernes, 24 de julio de 2009

"Querido" Señor Presidente Bush

http://www.youtube.com/watch?v=g8yasoBCJ0Q&eurl=http%3A%2F%2Fwww%2Etuenti%2Ecom%2F&feature=player_embedded

Nada es lo que parece




Todo es más sencillo … dejándose llevar,
es más fácil si te dicen qué pensar,
qué comer, qué vestir, qué trabajo pa triunfar,
qué coche para correr, o que qué para vivir,
y así hablamos...sin saber ni dónde estamos
ni quiénes somos, ni los sueños que soñamos...
pero lo queremos todo sea caviar o lodo,
lo importante es ostentar sin importar el modo
con según lo que deseas sea el precio que sea
que te lleve la marea de la tele y sus ideas
pues todo está a la venta la raíz y el esqueleto,
los ojos, la conciencia y el honor y el respeto
y en el fondo el único secreto a descubrir
es que puedes elegir en qué te quieres convertir:
marioneta de su historia o guionista de la tuya
tú decides si gritas libertad o aleluya...

Nada es más sencillo si no te dejas llevar
es más difícil cuando buscas la verdad,
cuando tienes que pensar y volverte a equivocar
y nada es lo que parece porque vivir es cambiar
y así andamos sin querernos encontrar...
buscando nuestro sitio siempre fuera de lugar
pero queremos libertad, de alquiler o de verdad,
estar siempre contentos y enterrar la soledad.
Si tú quieres no me creas, no me leas, no me veas
yo prefiero a la más fea que baila con sus ideas
pues no todo está a la venta,
ni el orgullo, ni el respeto,
ni los ojos, ni el olor, ni la raíz, ni el esqueleto...
pues el que nada tiene es el que todo quiere.
Tú puedes preguntarle al corazón lo que prefiere:
bailar en libertad y ser dueño de su tristeza
o llorar en soledad sepultado entre riquezas...

Arriesgar es Vivir


"Sea lo que sea lo que nos da miedo, una cosa es cierta: Cuando el dolor de no hacer algo es más insoportable que el miedo a hacerlo, es como si cargáramos con una pesada carga. Quien duda está perdido.No podemos fingir que no nos lo dijeron. Todos hemos oído los proverbios, a los filósofos, a nuestros abuelos advirtiéndonos sobre el tiempo perdido. Hemos oído a los poetas malditos instándonos a vivir el momento. Aunque, a veces, debemos escucharnos a nosotros mismos. Debemos cometer nuestros propios errores. Debemos aprender nuestras propias lecciones. Debemos dejar las posibilidades de hoy bajo la alfombra del mañana hasta que no podamos más, hasta que comprendamos por fin que es mejor saber que preguntarse, que despertar es mejor que dormir, y que fracasar y cometer un error enorme es mucho mejor que no haberlo intentado..."

Único final: Sobrevivir


Si supiéramos las vidas que hay por ahí escondidas…

en esos países invisibles…

en esos lugares que no existen...

¿Cuentos dices?... no. Son dramas.